Es un fenómeno interesante y con efectos a mediano y largo plazo.
El automóvil eléctrico, de acuerdo con cifras de un estudio del MIT, no tiene problemas de rango para la mayoría de los usuarios, aún en desplazamientos en zonas rurales.
Resuelto el problema del uso de los combustibles fosiles, dejando de lado las fantasías de un sector de la población que amaría volver al pasado y que el carbón fuera visto como algo más que una aberración, es hora de hablar en serio del futuro de la transportación.
La ciudad y el automóvil, como hemos comentado en el pasado, no combinan. La nueva forma de vida con automóviles autónomos ofrece lo siguiente:
La velocidad promedio aumenta, pues los automóviles pueden realizar un diagnostico de su condición y estar en contacto con el resto de unidades en una vía.
Menos horas manejadas, menos stress y más tiempo para otras actividades más placenteras.
Entonces, dejaremos de poseer un auto, y pasaremos a usarlo, sólo en el momento que lo necesitemos, ¿el número total de vehículos disminuirá en consecuencia?
Si es así, ¿que va a pasar con los países, como el nuestro que tienen en el sector automotriz un motor de su economía?, si bien las plantas la verdad es que generan alrededor de un centenar de empleos, suelen atraer un ecosistema que es el que provoca un reajuste, uno no puede imaginarse Aguascalientes sin Nissan o Puebla sin VW, sin el entorno de proveedores, son un par de lugares sin mucho atractivo y que tendrían una economía y una población mucho más pequeñas..
Nuestras ideas sobre lo que es un automóvil y nuestra relación con los mismos deben cambiar.
El automóvil y la ciudad es un error histórico, no es una manera eficiente de transportarse, porque gobiernos y sociedad hemos errado a la hora de elegir cuales son nuestras prioridades.
Y ese es el aspecto más erróneo cuando se habla de Tesla y se insiste en que otra compañía va a lanzar un automóvil antes que ellos, Tesla está más allá de ello, la gente de Musk tiene como meta un paradigma nuevo, en el que ya no seas dueño de un auto, sólo lo utilices, así dejes de preocuparte por estacionamiento, por manejar y por el deterioro inevitable (que es la razón por la que uber no es negocio) de la unidad.
El primer plan era así:
Create a low volume car, which would necessarily be expensive
Use that money to develop a medium volume car at a lower price
Use that money to create an affordable, high volume car And…
Provide solar power. No kidding, this has literally been on our website for 10 years.
Y de nueva cuenta, el tema de la energía parece ser una sorpresa, aún después de los anuncios de Powerwall y la Gigafábrica de Tesla (Gigafactory 1 )
Lyndon Rive (primo de Elon Musk) esta a cargo de Solar City, y el mes pasado había recibido una propuesta formal de unirse a Tesla, ambas empresas se fusionaran en Septiembre 14 para crear una compañía de energía sustentable que ofrecerá una solución completa, desde la “extracción” hasta el almacenamiento de energía “verde”.
Cuando habla de su plan original, Musk quiere señalar que “sustentable” no es algo de hippies o idealistas, es algo que es importante para cada ser humano, a pesar de que el camino haya comenzando con un automóvil deportivo de muy alto costo, la meta última siempre ha sido la misma.
However, the main reason was to explain how our actions fit into a larger picture, so that they would seem less random. The point of all this was, and remains, accelerating the advent of sustainable energy, so that we can imagine far into the future and life is still good. That’s what “sustainable” means. It’s not some silly, hippy thing — it matters for everyone.
Lo que sigue para Musk, Tesla y Solar City es lo siguiente:
Create stunning solar roofs with seamlessly integrated battery storage
Expand the electric vehicle product line to address all major segments
Develop a self-driving capability that is 10X safer than manual via massive fleet learning
Enable your car to make money for you when you aren’t using it
Integrate Energy Generation and Storage
Expand to Cover the Major Forms of Terrestrial Transport
Autonomy
Sharing
Ofrecer una solución completa y atractiva para uso domestico de energía sustentable (no gas, no carbón, aún si hay políticos que dependen del uso de combustibles fósiles) para ello, la nueva compañía producto de la unión con Solar City aprovechará la actual red de distribuidores de Tesla.
Tesla va a lanzar nuevos vehículos en segmentos donde hasta ahora no ha tenido presencia, como una SUV compacta, y una pickup , así como un trailer (segmento en el que parece haber un consenso y ser el primer en ser automatizado al 100%) , y un vehículo de pasajeros para la ciudad. Fabricación más eficiente es la clave y lo que de verdad importa.
Automóviles autónomos y en comunicación resuelven muchos problemas, disminuyen el índice de mortandad en carretera, hacen innecesario poseer un automóvil y resuelven el problema de tenerlo estacionado, es más, en lugar de tenerlo sin usar el 95% del tiempo, puedes enviarlo a ser compartido, como lo hace una de las compañías más voraces del mundo, abatiendo el costo del mismo y ayudando a tener una ciudad más habitable.
Es un plan muy ambicioso y con metas claras, es frustrante cuan complejo parece ser para algunas personas con posiciones de autoridad o con ganas de jugar al inversor.
En medio de un golpeteo político, la Profepa, la Cofepris y la CAMe, se han unido al fracaso del gobierno de la ciudad de México en crear las condiciones que nos pongan en el camino de una mejor circulación y calidad de aire en la capital.
En medio del “Hoy no circula parejo“, la respuesta era clara, no es evitar que los automóviles nuevos circulen, es dejar de permitir que los autos nuevos tengan emisiones que cumplen estándares añejos, a ese gobernante de la capital que no da pie con bola le cayó del cielo una oportunidad de oro, pudo haber desviado unos días su pre-campaña a crear un frente común que buscara exigir a las armadoras que todos los automóviles que sean producidos en México y que se venden en México cumplan los mismos estándares que el mismo modelo que es para vender en otros países, esa, igual que el poco equipamiento de seguridad, es una de las grandes afrentas que estas empresas cometen con total impunidad.
La ciudad de México comete una y otra vez el mismo error, asigna una enorme parte de su presupuesto de movilidad para el automóvil, y no exige que el Estado de México, de donde vienen una gran parte de los usuarios del sistema de transporte público haga su parte, es imposible cobrar diferenciado, los usuarios buscarían como saltarse esa parte, pero el estado de donde viene un gran número de trabajadores y estudiantes todos los días, debe colaborar y aportar a la solución de este problema.
La solución no pasa por medir sólo las emisiones, pasa por tener un transporte público donde no sea una apuesta ser asaltado o víctima de un accidente por choferes imprudentes en vehículos que deberían haber dejado de circular en el siglo pasado, y para los automóviles, carriles preferenciales para los que llevan más de un pasajero, y una vigilancia que de manera efectiva evite que la circulación sea interrumpida por cualquier razón.
Invertir en el trolebus, en autenticas ciclovías, no en tramos de un par de Kilómetros que llegan a una intersección en la que es de valientes seguir, ejemplos hay muchos, la ciudad de México es la que parece no entender que el auomovil y el centro urbano no combinan, que ha sido un error histórico, y que en cuanto podamos cambiar a menos autos, más vehículos autónomos sin dueño, nuestra calidad de vida será mejor.
Self-Driving Coalition for Safer Streets es la asociación (también un grupo de cabildeo en Estados unidos) que agrupa a Ford, Google, Uber, Lyft, y Volvo con el fin declarado de:
“Trabajar con organizaciones civiles, alcaldías y negocios para concretar la visión de vehículos autónomos a los caminos de los estados unidos”
“work with civic organizations, municipalities and businesses to bring the vision of self-driving vehicles to America’s roads and highways.”
Y encuentra a gente en sintonía, ya en el pasado ha declarado que los obstáculos para que los vehículos autónomos lleguen a las calles pasan más por un exceso de regulación que por fronteras a la tecnología (de ser el responsable por la seguridad cuando estaba en un puesto público a uno de los más férreos promotores de los vehículos autónomos cuando llegó a la iniciativa privada, aún si dice que lo hace todo por su abuela, no pasó desapercibido su dramático cambio de alianza)
Lo hemos dicho antes, aquí siempre estaremos a favor de los vehículos autónomos, como una evolución y una corrección al error histórico de la posesión individual, que es del todo incompatible con las ciudades. (2020 es el año en que se espera tener ya 10 millones de unidades circulando)
En el plebiscito del pasado fin de semana, los votantes suizos dijeron no a la propuesta impulsada por su partido verde de un ingreso universal, fue una mayoría del 77% de los votantes la que se manifestó en contra.
Las reacciones en otros lugares a la propuesta de los suizos es igual de negativa, aún en la desigual Latinoamérica, la mayoría de los ciudadanos creen que igualar el salario de la gente es una especie de “comunismo” y la idea más difundida es de que es injusto y promueve la pereza de la gente.
Implementar el ingreso universal, hoy, cuando las fuentes de trabajo todavía no han desaparecido sería increíblemente costoso, además de que el trabajo es todavía un componente muy importante de la identidad en muchas sociedades.
Si la idea que el partido verde suizo quería promover es la de que los humanos pueden dedicarse a buscar un bien mayor, cuando sus necesidades básicas están resueltas, la labor pasa por separar el trabajo de la validez de la persona.
También, un efecto negativo de este ingreso será crear estados de fronteras cerradas, un obstáculo que bien puede no tener solución en el mediano plazo.
Nunca antes había visto tanto aplauso a la precarización del empleo como cuando un porcentaje de la sociedad mexicana enarboló con furia y sin reservas la bandera de #UberSeQueda.
Hay que hacer dos anotaciones, la primera, es que el grueso de los taxis en la ciudad de México sí son terriblemente inseguros, están en terribles condiciones y sus conductores son en la mayoría de los casos imprudentes. La segunda es que los mexicanos en su mayoría son muy vocales para exigir sus derechos y privilegios, y algo muy distinto ocurre cuando se tiene que hablar de sus obligaciones, en ese momento el gobierno mágicamente “tiene que hacer algo”
Los taxistas demandan que el gobierno prohíba la competencia “desleal” que les plantean Uber y compañías semejantes, los ciudadanos exigen que “el gobierno no se meta en lo que no le importa” y que Uber es más barato que un taxi y ellos se sienten más seguros, que uber es su amigo.
Pero, Uber no es amigo de nadie, los choferes tienen que ser muy amables y regalar botellas de agua u ofrecer cargadores porque estos pequeños tiranos aman poder evaluar, y si la ruta no les parece o el Internet se interrumpe, el pequeño déspota del asiento trasero califica mal al conductor (y el aspecto del mismo influye en esas evaluaciones) y puede obligar a que sea suspendido.
UBER no es parte de la “Sharing econonomy”, uber es una “chambita”, una mal pagada, en la que el conductor absorbe todos los costos del mantenimiento del vehículo (Por lo que ví en Bogotá y en México algunos inversores quisieron aprovechar el furor por uber y modificar un poco el tradicional esquema del taxi) y no tiene seguridad, si se enferma, pierde ingresos, si tiene un accidente, el pasajero, a lo mucho le dará un like en facebook, pero eso, no le importa al sector que usa Uber, y es un buen retrato de la desigualdad en la sociedad mexicana, en lugar de trabajar por un mejor transporte para todos, “que los pobres usen taxis”.
Uber sólo se molesta en emplear conductores mientras espera que las leyes y la tecnología le permitan tener vehículos autónomos, no sorprende que Toyota se haya aliado con ellos, o que Volkswagen lo haya hecho con Gett, una compañía con una oferta semejante.
Aquí somos grandes promotores de los vehículos eléctricos, de los vehículos autónomos y de mejorar el transporte público, vivimos en la ciudad de México y es evidente que el día que un conjunto de usuarios que ya no sean dueños de un automotor que necesita estar estacionado ocupando el espacio público y contaminando puedan ser productivos sin tener un coche, la calidad de vida va a mejorar.
La evolución de lo que se considera un trabajo es un fenómeno interesante y que pone en jaque a sociedades, gobiernos e incluso la viabilidad de una civilización.
En días recientes, cuando Foxconn automatizó la labor de 60,000 empleados, tuvimos un recordatorio tremendo de que en esta ocasión, el viejo paradigma de que la tecnología crea mejores trabajos al automatizar labores repetitivas puede ya no ser cierto, en esta ocasión la automatización y la velocidad con la que los trabajadores pueden adquirir nuevas habilidades son muy dispares, los robots y el software vienen por los empleos.
China tiene las capacidades de manufactura más sofisticadas del mundo, en esta época de campaña electoral en Estados Unidos, cuando se habla de “regresar los trabajos de manufactura” (La verdadera razón de la popularidad de una figura que resulta aterradora para quien sea que guste de reflexionar un poco y no de buscar soluciones mágicas) al territorio de los estadounidenses, se olvidan que esas fueron decisiones de empresarios norteamericanos, los mismos que no repatrian sus ingresos para evitar impuestos, y es que en una economía capitalista, ellos están cumpliendo con su labor de maximizar los ingresos, a costa de lo que sea, ciudades, el entorno, etc.
Además de que el trabajo de manufactura, en algunos sitios todavía se tiene la idea del “blue collar worker“, un trabajo que tiene mucho que ver con la fortaleza física, y ya no es así, ahora, son más sofisticados, requieren más preparación, y son contados, plantas enteras de manufactura pueden ser controladas del otro lado del mundo, es el presente, la era de la Manufactura 4.0
Muchas economías nacionales se han transformado, y son los servicios los que tienen la mayor tajada del pastel, pero, hay que preguntarse, en sociedades marcadas por la desigualdad, ¿cuánto tiempo va a pasar para que no hay quien pueda pagarlos?
Desde hace un tiempo se ha pensado que habrá un modelo post-empleo, en el que los seres humanos tendrán la oportunidad de buscar su realización más allá de la generación de ingresos.
La realidad es que las doctrinas económicas del presente no permitirían que esa transición fuese fácil, gran parte de la sociedad no alcanza a ver las consecuencias de sus actos.
Se habla de que en un futuro, los gobiernos no recolectaran impuestos, al revés, cada ciudadano recibirá un ingreso universal, más pequeño que un salario, pero que al ser pagado por individuo, permita solventar los gastos de una casa.
Los experimentos con el ingreso universal al día de hoy no son alentadores, la sociedad no está lista, y mientras eso pasa, la automatización y el desarrollo de la inteligencia artificial no se detienen.
¿Qué opinas? ¿Qué puede hacer un individuo o una sociedad para que esto no se convierta en una distopía?